miércoles, 20 de junio de 2012


Un ejemplo más para decir ¡Sí se puede!   Tú puedes ser uno de ellos ...  ¡Empieza ahora!


Conoce a la peruana que vive entre la Tierra y la Luna

Su nombre es Irma Aracely Quispe Neira y trabaja en un sitio poco común, pero muy interesante: el Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA en Maryland (EE.UU.). Ella integra el equipo de ingenieros de la misión Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) como responsable de controlar y comandar el satélite LRO, que no solo vigila la Luna las 24 horas del día, sino que transmite datos a la Tierra de manera constante. Nuestra compatriota, con 31 años, tiene que aplicar todos sus conocimientos de ingeniería para verificar los sistemas, 
realizar prueba de procesos, desarrollar nuevos protocolos y métodos para maximizar los sistemas de integración enfocados dentro de los estándares de NASA. Si quieres conocer más de su historia, sigue leyendo esta interesante nota de nuestro corresponsal en Washington, Miguel Vivanco.

La peruana Irma Aracely Quispe Neyra trabaja en la NASA. FOTO: Rafael Crisóstomo, especial para El Comercio

Irma cuenta también en su currículum con la certificación para controlar satélites, crear aplicaciones de software y diseños de sistemas eléctricos para misiones en el espacio. Todo ello la coloca como una de las ingenieras hispanas jóvenes con mucho potencial científico en el centro. Ella admite que vive, literalmente, entre la Tierra y la Luna.
Por las medidas de seguridad que existen en todas las instalaciones científicas de EE.UU., conocer la identidad de los integrantes del equipo LRO es muy difícil. El Comercio descubrió a Irma al revisar un trabajo científico publicado por la Facultad de Ingeniería del Capitol College, titulado “Agotamiento del hielo glaciar en la capa de hielo del nevado cusqueño Quelccaya -Perú”.
Allí, Ashit Sanyal, doctor en Ciencias Espaciales, destaca que la ingeniera peruana viene usando imágenes y datos de los satélites Landsat-7 y SPOT (satélite de observación de la Tierra) para demostrar los cambios negativos en la consistencia, grosor e integración de la capas de hielo del nevado andino.
Pensando en el Perú
Tras varios intentos fallidos, esta semana conversamos con Quispe Neira. “Mis investigaciones responden a una exigencia científica y al compromiso afectivo que tengo con el Perú. Estoy preocupada por la alarmante situación de los nevados peruanos, pero también por el descongelamiento de los Alpes europeos”, refirió.
Dijo que una de sus metas es trabajar como parte de una misión satelital, para desarrollar un programa de observación de los glaciares tropicales y su relación directa con el calentamiento global.
“Yo estoy siguiendo una maestría en el Capitol College con el apoyo de la NASA. Los resultados serán cruciales, pues el estudio ayudará a determinar el nivel actual de descongelamiento en una de las capas de hielo del Quelccaya. Es vital entender que la referida capa de hielo provee de agua a comuneros como recurso primario de sobrevivencia, así como a sus cultivos y animales. Las proyecciones iniciales apuntan a que en el 2032 el nevado estará totalmente descongelado”, comentó la joven investigadora.
Puntualizó que con las imágenes satelitales de la NASA ahora se pueden analizar varios parámetros y aunque no se pueda detener el calentamiento global, al menos se pude contribuir con mediciones exactas y llevar un control de lo que pasa y lo que va a pasar en el futuro inmediato.
“Creo que en el Perú hasta el momento no se ha utilizado data satelital a alta resolución para este tipo de estudio. La tarea es grande y se necesita con urgencia entender que este fenómeno es irreversible, pero que puede ser tratado con responsabilidad y compromiso”, apuntó Quispe Neira.
Su trabajo de investigación sobre las capas de hielo del Quelccaya concluirá el próximo año.
Pide que aumente en apoyo a los profesionales jóvenes
Para Irma Aracely Quispe Neira, el trabajar como ingeniera en la NASA le parece increíble. Luego de egresar de la carrera de Ingeniería de Sistemas de la Universidad César Vallejo (Trujillo), en el 2005, su meta era aprender inglés, seguir algunos cursos de especialización en Estados Unidos y regresar al Perú.
“Jamás me imagine que en cinco años obtendría un título en Ingeniería Astronáutica (en el Capitol College), además de grados asociados en Ingeniería Tecnológica Espacial e Ingeniería Tecnológica Eléctrica. Nada hubiera sido posible sin el apoyo de mi madre Irma Neira Samamé y de mis hermanas”, dijo emocionada nuestra compatriota en un ambiente del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA, en Maryland.
Finalmente, comentó que en el Perú se debe aumentar el apoyo a los profesionales jóvenes y alentarlos a especializarse en el exterior. Afirma que adquirir nuevos conocimientos y ser parte de proyectos de investigación en países desarrollados significa una inversión en el futuro del país.
“Es hora de pensar en grande. Los jóvenes necesitan todo el apoyo posible. Yo estudié la carrera de ingeniería gracias a una beca que me otorgó el rector de la Universidad César Vallejo. Ahora yo tengo una deuda no con una persona o una casa de estudios, sino con el Perú”, concluyó Quispe Neira.